¿Este abrigo es de piel buena? ¿Este pelo es natural? Si compras prendas o productos de peletería te habrás hecho estas preguntas más de una vez. Es normal, puesto que la peletería es un artículo de lujo y a nadie le gusta ser estafado.
Por desgracia, la venta de productos falsificados movió en Europa más de 450.000 millones de euros en 2017, según informes de la OCDE. Entre estos productos se encuentran: joyas, prendas de marcas conocidas, peletería, piel, etc. Por ello, hoy vas a aprender a detectar en 7 simples pasos si estás ante un artículo de piel buena, o de lo contrario, están intentando engañarte:
1. FÍATE DEL TACTO:
Es difícil describir esta sensación, pero estamos seguros de que nos vas a entender. Cuando tocas una prenda, tanto de pelo como de piel, el tacto es extremadamente suave y cálido. Una prenda de pelo artificial es fría y ligeramente más áspera o rígida, el pelo es más grueso y si juegas a enrollarlo entre los dedos notarás que no se desliza ni deshace tan suave como un pelo natural.
En el caso del cuero, si lo arañas ligeramente y en unos segundos vuelve a su estado inicial, quiere decir que es cuero real, en cambio, el cuero artificial cuando lo raspas (suave, sin romperlo o dañarlo) no vuelve a su forma original, queda la marca. Las imitaciones en peletería cada vez trabajan mejor el tacto, por eso vamos a ver otros puntos que son inequívocos para detectar la falsificación.
2. GUÍATE POR TU OLFATO:
En el sentido más literal, el olor es otro punto clave para detectar una falsificación de pelo. El olor de la peletería es peculiar, sobre todo en el cuero, puede que no sepas reconocer este olor característico, pero seguro que reconoces el olor a plástico de los abrigos de pelo sintéticos.
3. LA VISTA:
Concretamente, en las prendas de pelo natural, un solo pelo está compuesto por otros pelos más cortos y finos, dándole más cuerpo a lo que parece un único pelo; si lo soplas verás como se separan los diminutos pelitos que lo acompañan. Estos pelos acaban en puntas y cada uno tiene una longitud diferente.
En cambio, el pelo sintético va a corte, por lo que todos los pelos tienen el mismo grosor y misma longitud, aunque se trabajen diferentes capas de longitudes, la estructura de un solo pelo es mucho más simple. En un abrigo sintético, un único pelo no se compone de otros más cortos y finos, por eso el tacto del pelo sintético no llega a ser tan suave.
4. LA PRUEBA DE FUEGO, QUEMA UN POCO DE PELO:
No, no nos hemos vuelto locos, tiene su explicación y se puede hacer de una forma segura sin estropear la prenda. Veamos la parte teórica y después cómo hacerlo sin dañar el producto:
- El pelo sintético, al arder, se “derrite” o enrolla y hasta es posible que llegue a formar pequeñas bolas que al enfriar queden duras al tacto, además del fuerte olor a plástico quemado que desprenderá (quizá el olor sea lo más rápido de reconocer). En cambio, el pelo natural, al arder: se chamusca, no deja rastros ni se derrite y deja un inconfundible olor a pelo quemado.
- Como es lógico, nunca quemaremos el pelaje directamente en la prenda, lo correcto es arrancar un poco de pelo (3 o 4) sin dejar huecos en el producto. Con ayuda de un mechero, podemos quemarlo y ver qué puntos del párrafo anterior se cumplen. De los siete pasos que hemos visto y vamos a ver, éste es el más fiable para confirmar si una prenda es de imitación o no. Pero también es cierto que, estas comprobaciones no podemos hacerlas, por ejemplo, en una tienda. Así que sigue leyendo que todavía queda otro paso determinante.
5. REVISA LA BASE O PARTE INTERNA:
Normalmente, un producto de piel desde un bolso hasta un abrigo suele llevar un forro en la parte interna que protege la piel y hace que el producto sea más práctico. Es justo lo que hay detrás de este forro lo que queremos que compruebes, pero para ello tendrías que romper dicho forro, cosa que desaconsejamos activamente. Hay otra forma de verlo, aunque con algo más de dificultad: puedes apartar el pelo desde la parte externa de la prenda y fijarte en la base, vas a ver de inmediato si se trata de un trozo de tela o de la dermis del animal. Por supuesto, si la base es una tela, el producto es sintético. Si a simple vista no puedes saber de qué se trata, échale un vistazo al siguiente punto.
6. LA PRUEBA DE LA AGUJA.
El punto anterior es muy útil, pero puede que no sepamos o cueste de ver, por la cantidad de pelaje, si se trata de la piel del animal o de un material textil. Así que, aquí viene otro paso clave para cerciorarnos de que la prenda de pelo es auténtica: aparta el pelo y clava una aguja en la base, si la aguja pasa fácilmente se trata de una prenda artificial, de lo contrario, si nos cuesta mucho o no podemos pasar la aguja quiere decir que es piel auténtica, pues el cuero del animal es un tejido resistente y no es sencillo de traspasar, ni siquiera con algo tan fino como una aguja.
7. NO TE FIJES EN EL PRECIO.
Por supuesto, el tema que tratamos son las estafas y falsificaciones, por tanto, no tiene sentido fijarse en la etiqueta o certificados de garantía, porque todo puede estar falsificado. Y el precio no va a ser menos. Si quieren que parezca un artículo bueno y de lujo, el precio tiene que ser alto, aquí reside el verdadero negocio de estas estafas: productos muy baratos (sintéticos) por un precio muy alto.
Hay más puntos a tener en cuenta y que pueden ser algo más lógicos y de sentido común. No está de más que los recordemos, por ejemplo:
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- La peletería no es barata, si te ofrecen un abrigo de pelo natural por un precio excesivamente económico, primero desconfía y saca la aguja.
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- Compra en tiendas oficiales y de confianza que te ofrezcan garantías de producto y se hagan responsables.
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- Pregunta e infórmate sobre la procedencia del producto, no solo nos sirve que sea auténtico, sino que debemos asegurarnos que provengan de orígenes controlados que no exploten al animal o que hayan pasado por un proceso y trato de la piel correcto.
Y tus prendas ¿son todas auténticas? ¿has probado alguna de estas técnicas o conoces otras nuevas? Cuéntanoslo en los comentarios.
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